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Armado de la documentación requerida para estos casos y flanqueado por Rodríguez como corresponde al procedimiento establecido, nuestro mensajero con gorro de chef y guayabera de reglamento se acerca a la puerta de la casa designada. Toca levemente y tras la apertura le espeta a un muy sorprendido Nicanor, la frase consabida: - Buenas, venimos a instalarle el Boletín. Discusión de locaciones, libación del Monte Rouge y pruebas de lectura mediante, ya puede el tal O'Donnell disfrutar de esta la Edición 85 y 4ta de este año que trae novedades, datos y otras informaciones sobre los más de 200 restaurantes incluidos en nuestro Directorio. Antes de abandonar el domicilio del ciudadano Nicanor, nuestros héroes aprovechan ocasión para recomendarle lo usual: que nos miente en cada una de sus diátribas, en cada habitación (en particular en la cocina por motivos obvios) y por cada motivo, en presencia de todos sus visitantes y en el radio de acción de cada micrófono al que tenga acceso. Le reiteran que él y nosotros, grabados con alta fidelidad y transcripción inmediata, lo tenemos... todo cubierto. |
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Índice / OFERTAS / NUEVOS LUGARES / TODOS ALAMESA/ EN UNA CUCHARADA |
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Restaurante-Paladar La Buena Vida / Calle 46 No. 917 e/ 9 y 11, Playa / 202 5816 |
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PIZZA MARICELA /$6.50 CUC
base de pizza hecha en casa con tomate, pimiento, cebollas, especias italianas, jengibre y queso mozarella. |
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TORRE DE VEGETALES CON SALSA DE GARBANZOS AROMÁTICOS Y FRIJOLES NEGROS AL VINO TINTO /$12.10 CUC
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Restaurante-Paladar El Loco Loco / Neptuno No. 1155 esq. Infanta, Vedado, Plaza de la Revolución / 873 2548 |
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Cocina: Criolla y Snack. |
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Restaurante-Paladar Aries / Ave. Universidad No. 456 e/ J y K, Vedado, Plaza de la Revolución / 832 4118 |
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Cocina: Criolla e Internacional |
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REVISANDO NOTICIEROS |
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Leyendo y escuchando declaraciones de funcionarios estatales, administrativos y en general trabajadores de la gastronomía y... ¿Por qué no? también de otros sectores de los servicios en nuestro país, llama la atención la profusión con la que se emplean términos como "la población", "el pueblo" o incluso "nuestro pueblo" para referirse a los destinatarios de dichos servicios. Llama la atención porque el que se privilegien términos como estos por encima de "clientes", "usuarios" o "consumidores" parece apelar a una concepción "social" de las actividades desarrolladas, aun cuando estas no sean subvencionadas y no solo tengan un carácter comercial y lucrativo, sino que oferten su producto a precios tales que el tamaño del grupo de individuos que pueden pagárselos difícilmente permita confundirlo con "nuestro pueblo". No nos malinterpreten, es positivo el que exista un sentido de misión en lo que se hace aunque se cobre por ello. Si quien ofrece un servicio siente, en efecto, que lo hace no solo por el dinero, sino por un ideal superior y por el beneficio de una colectividad de la que se siente parte, esto necesariamente se reflejará en su rendimiento, en la minuciosidad con la que lleva a cabo sus deberes y su compromiso con que estos tengan calidad. Basta echar una mirada a lugares y servicios para saber que no es eso lo que ocurre y que, parafraseando a Frank Herbert "sus objetivos iniciales han sido olvidados y reemplazados por vagos rituales" pero todos vamos a fingir por un momento que eso no tiene la menor importancia. ¿O la tiene? Las declaraciones a las que hicimos referencia al inicio son imágenes especulares de un discurso político que sí tiene función social que lo justifica. Imitaciones, caricaturas de este. El problema con ellas, amén de estar totalmente descontextualizadas, es que generan una visión del modo en que debe conducirse la relación entre el proveedor de los servicios y aquel que los recibe, en la que el único medidor de la calidad y del cumplimiento del propósito es el mismo individuo que lo ejecuta. O sea, una actividad con fines sociales se realiza con calidad por una gratificación moral que nos otorgamos a nosotros mismos en la medida en que juzgamos que el objetivo que nos trazamos ha sido alcanzado. El receptor no juega ningún papel en esto, como si lo hace en una actividad comercial. Esto se agrava al tener en cuenta que el instrumento de medición para fines morales de este tipo es la ética individual y éticas hay muchas. Y se agrava más por la cita de "Dune" un par de párrafos arriba... algo acerca de objetivos olvidados y vagos rituales. En suma, si bien "el cliente siempre tiene la razón" bajo el prosaico argumento de que paga, la "población" en cambio... ¿Cuándo y por qué tiene la razón? |
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CHILINDRÓN DE CHIVO |
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6 libras de chivo o carnero tierno, 6 naranjas agrias, 1/2 taza de aceite vegetal, 5 tomates sancochados y reducidos a pulpa, 1 taza de puré de tomate en conserva, 2 cebollas picaditas, 4 dientes de ajo picaditos, 2 ajíes verdes picaditos, 2 ramitas de laurel picaditas, 1 taza de caldo, 1 1/4 tazas de vino, Sal y pimienta molida a gusto. Cortar en pedazos la carne y lavar y frotar con jugo de naranja agria. Dejar un rato en ese adobo. Lavar nuevamente y secar con un paño. Echarle la sal. En una cazuela grande poner el aceite y cuando esté caliente añadir la pulpa de tomates frescos pasados por un colador, el puré de tomate, las cebollas, los ajíes, el ajo, el perejil, el caldo, y la mitad del vino. Agregar los pedazos de chivo y probar sal. Tapar la olla y dejar cocinar a fuego lento hasta que la carne esté blanda y la salsa a punto. En el momento de servir, verter por encima el resto del vino. |
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